Eramon: Los secretos de la Sierra de los Conejos

Panorámica del cerro Eramon, en Chalatenando.

El cerro Eramon, o Sierra de los Conejos, con una elevación de 937 metros sobre el nivel del mar, es un atractivo para los amantes del senderismo y un orgullo para muchos chalatecos que hablan de los valores naturales del recorrido, las impresionantes vistas desde la cúspide, los restos arqueológicos que aún se encuentran en la zona y algunos tatús que fueron construidos por la guerrilla durante el conflicto armado.

La página ChalatenangoSV describe “unas ruinas que consisten en dos terrazas superpuestas, de forma cuadrilonga de 250 y 100 metros de base; en un túmulo o montículo que se alza sobre la terraza superior, a manera de oratorio; y en una profusión de objetos de piedra y de cerámica. Se cree que la actual población de Arcatao, se fue de este lugar a finales del siglo XVIII”.

El recorrido

No es fácil llegar a la cima del Eramon. La primera recomendación es encontratar un guía experimentado y capacitado.

Desde Nombre de Jesús hay que trasladarse en vehículos de doble tracción hasta determinado punto, luego de cerca de una hora de marcha. Ahí se inicia un recorrido a pie de “apenas” dos kilómetros, que en promedio se recorren en hora y media o dos. Todo es hacia arriba, en veredas estrechas.

Podrás disfrutar de hermosas nubes y paisajes de nuestro El Salvador.
Podrás disfrutar de hermosas nubes y paisajes de nuestro El Salvador. Foto Nancy Hernández

El suelo es ideal para ser sumamente cuidadoso. Barro y piedras sueltas. No será un estorbo improvisar un bastón que ayude en el recorrido.

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La carga dificulta la marcha. Pero si se tiene planeado acampar, hay que llevar desde tienda de campaña y comida, hasta agua suficiente. No hay más que naturaleza en la cúspide. No esperes hallar una tienda o supermercado cerca.

Por eso antes de decidirse a disfrutar el recorrido, es necesario preparar el equipaje que contenga lo necesario: Alimentos, agua, tienda de campaña, ropa básica. Tomar muy en serio llevar calzado adecuado.

Panorámica del amanecer desde Camping 360.
Panorámica del amanecer desde Camping 360. Foto Nancy Hernández
Mi experiencia

Fuimos con un grupo de amigos chalatecos, la mayoría de ellos relacionados de una u otra forma con Tiempos Nuevos Teatro (TNT). Ver a quienes conocía, conocer al resto, fue sumamente agradable. Entre ellos impera el compañerismo, buen humor y respeto.

Nos recogieron en Chalatenango, fuimos a Guarjila por el resto y de ahí a Nombre de Jesús.

Saborear un choco banano fue nuestro último contacto con la comodidad de la civilización. Iniciamos la marcha en vehículo y todo tranquilo…hasta ahí.

Vista desde Camping 360
Vista desde Camping 360 Foto Nancy Hernández

Tras cerca de una hora de recorrido, primero por carretera y luego por caminos vecinales, pensé en lo difícil que debe ser la vida para quienes viven lejos de pueblos o ciudades.

“¿Cómo hacen si hay una emergencia para salir de aquí?”, pregunté a nuestro guía. Definitivamente un vehículo sencillo no llega a estos parajes. Me explicó que los más afortunados tienen moto o pick up. Los que no, ponen a prueba la solidaridad de los vecinos que, según me indicó, es mucha.

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En un tramo del camino vecinal estacionó el vehículo y nos pidió que bajáramos los equipajes y esperáramos unos minutos a que dejara de lloviznar, porque “la vereda se ponía lisa”.

Un estrecho camino era el inicio de la verdadera aventura. Vimos bajar a unas personas con bastones de esquí. No me hizo ninguna gracia pensar en la razón de que los usaran.

Eramon es ideal para hacer turismo rural y senderismo. Muchos prefieren acampar para ver el atardecer y amanecer desde la cúspide.
Eramon es ideal para hacer turismo rural y senderismo. Muchos prefieren acampar para ver el atardecer y amanecer desde la cúspide. Foto Nancy Hernández

Iniciamos la caminata y lo primero que hicimos quienes íbamos por primera vez, es tratar de ver donde terminaba aquella elevación. Fue inútil. Vegetación y la veredita que se perdía entre árboles y promontorios de piedras.

Un perrito, el gruía perfecto

Caminamos, subimos. Un perrito aguacatero y cojo, nos acompañó todo el camino. Los más inexpertos tratábamos de mantener el ritmo, los veteranos con mucha cortesía reducían la marcha para no dejarnos atrás. El perrito caminaba tranquilo, incluso regresaba para apurar a los rezagados.

Unos 20 minutos después de iniciar la caminata, fue el primer descanso. ¡Gracias a Dios!, pensé. Ya sudaba y mi pierna fracturada hace unos años, reclamaba atención.

Nada que ver, a seguir subiendo esquivando piedras, tratando de no resbalar en la arcilla y peleando con mi maletín. No llevé mochila y me arrepentí de ello, pero esa es otra historia.

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Uno de nuestros compañeros de marcha se entretenía cortando varas para que algunos de nosotros usáramos como bastones. ¡Viva! Fue un alivio en el resto de la marcha y… en las otras seis veces que nos detuvimos a tomar aire.

Cruzamos zonas con vegetación silvestre, vimos atractivos paisajes, pequeñas plantaciones de frijol y maíz. Cada vez que preguntaba cuanto faltaba para llegar, respondían que “unos 20 minutos”. Aún pienso que estas personas tienen relojes y cintas métricas con mediciones mucho más largas que las de nosotros, los citadinos. O nos mienten con plazos y distancias cortas para que no desesperemos.

Para llegar al cerro Eramon, se puede solicitar un guía en la alcaldía de Chalatenango o Dulce nombre de Jesús.
Para llegar al cerro Eramon, se puede solicitar un guía en la alcaldía de Chalatenango o Dulce nombre de Jesús. Foto Nancy Hernández

Al fin llegamos a nuestro primer destino. Yo sudoroso, cansado y de buen humor: Eramon Paradise 360. Un complejo turístico en el que se puede acampar, alquilar espacios cómodos para dormir (“Glamping”), disfrutar recorridos guiados, competir en paintball o en burbujas gigantes o simplemente disfrutar el paisaje, que fue lo primero que hicimos, incluido nuestro perrito aguacatero.

Luego de acercarnos a los miradores naturales y artificiales, varios de nuestros compañeros practicaron malabares (Un improvisado y agradable espectáculo), cocinamos, cenamos, nos cayó una tormenta de más de una hora que inundó tiendas de campaña (Una quedó inservible al cesar la lluvia) y empapó maletines y mochilas.

La noche

Empapados y bromeando conversamos, hubo chistes, cuentos y leyendas. Aprendí de todos, incluso a secar ropa en una cocina de leña.

Luego, cerca de medianoche, a dormir.

El amananecer en el cerro Eramon es un espectáculo de nubes.
El amananecer en el cerro Eramon es un espectáculo de nubes. Foto Nancy Hernández

Madrugamos para ver el amanecer y fue impresionante apreciar bajo nosotros, nubes que cubrían buena parte de bosques, fincas y poblados.

Es difícil describir los abundantes atractivos. Mejor ver fotos y vídeos que serán más descriptivos.

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Luego el regreso, mucho más sencillo que la subida. Apenas hicimos una parada y, menos distraídos por el cansancio, pudimos apreciar la vegetación, las tímidas flores silvestres que aparecían cada pocos metros y el canto de las aves que nos acompañó buena parte del recorrido. Nuestro perrito cojo iba con nosotros hasta la mitad del recorrido, cuando nos encontramos con una persona a caballo, a quien meneó la cola y siguió de regreso a la cima.

¿Un viaje agotador? Definitivamente sí, pero también es definitivo que vale la pena repetirlo.

Eramon es un reto para los amantes del senderismo. No el más grande o agotador del país, pero posiblemente sí el que brinda la mejor recompensa visual.

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