¿Te gustan las rosas? Te contamos los secretos para cultivarlas

Las rosas son sumamente atractivas por su forma, color y aroma. Pero no es raro que tras marcar nuestras manos con muchos pinchazos de sus agudas espinas, estas plantas mueran cuando esperamos sus flores. Para muchas personas, el cultivo de rosales es un verdadero arte. Para otras, una afición que vale la pena. En cualquier caso, es bueno conocer algunos sencillos trucos para lograr abundante floración.

El sitio web Ecología Verde hace una serie de recomendaciones entras las que destaca que si quiere trasladar una rosa de una maceta al suelo, se debe hacer cuando la planta esté en floración y hay que tener mucho cuidado de no dañar las raíces. Si la mayoría de los brotes de rosas aparecen hacia una dirección, puede colocar la planta en el hoyo de plantación de manera que el lado opuesto pueda brotar mirando hacia el norte.

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Este truco ayudará a producir un hueco en forma de arbusto y la rosa madurará mejor. Habrá más sol para la planta en esta posición y esto estimulará que la planta y las flores también crezcan por el otro lado.

Acostumbrar rotar tus rosas para que reciban sol de forma uniforme y broten en forma de arbusto.

El riego es importante. Las raíces deben permanecer en tierra húmeda pero sin formar charcos. En la medida de lo posible se debe evitar mojar el follaje ya que esto puede favorecer el desarrollo de hongos.

La nutrición

Para que los rosales crezcan con mayor energía y lo hagan más rápido incluso en verano, basta poner algunas bolsas de té debajo de la capa superficial de suelo. Cuando riegue las plantas, los nutrientes de las bolsas de té se traspasarán hacia el suelo y estimularán el crecimiento de las rosas. A las rosas les encanta el ácido tánico del té.

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Tome en cuenta que el rosal es una planta que requiere no menos de seis horas de luz solar diarias. Si se cultiva en maceta, el riego debe ser frecuente, hasta dos veces diarias si está expuesta al sol directo. Esto da forma y estimula el crecimiento de nuevos brotes. Al podar, todo corte se debe hacer por encima de la yema, usando tijeras bien afiladas y desinfectadas. Los cortes son diagonales con respecto al tallo.

Tome en cuenta que las rosas requieren no menos de seis horas de luz solar diarias.

La poda favorece la floración, fortalece las plantas y previene brotes de enfermedades. La fertilización contribuye al buen desarrollo de la planta y favorece la floración. Es conveniente pedir asesoría sobre ello.

Si adquiere sus rosas en un vivero formal, pida orientación sobre este tema. De manera general, para lograr óptima floración, estas plantas necesitan los tres elementos mayores, Nitrógeno, Fósforo y Potasio. Hay productos específicos que los contienen y están a la venta en todo agroservicio.

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Algunos jardineros recomiendan no aplicar fertilizantes ricos en Nitrógeno en los hoyos de siembra, ya que pueden quemar las raíces.

De manera general, para lograr óptima floración, las rosas necesitan los tres elementos mayores, Nitrógeno, Fósforo y Potasio.

Cuidado con plagas y enfermedades

Como todo ser vivo, las rosas están expuestas a enfermedades y parásitos. De estos, merecen especial atención los pulgones que permanecen en brotes y hojas jóvenes. Hay ácaros que permanecen en el envés de las hojas y se alimentan de la savia de la planta. Si observa manchas negras irregulares en las hojas y tallos jóvenes, de seguro el rosal es afectado por un hongo.

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Para prevenirlo se debe cuidar de no mojar el follaje al regar. El control de malezas y la adecuada iluminación, son medidas importantes.

Si observa manchas negras irregulares en las hojas y tallos jóvenes, de seguro el rosal es afectado por un hongo.

Si se forman manchas angulares y amarillentas en las hojas, puede ser el ataque de oro hongo. En condiciones de humedad óptimas, los crecimientos grises del hongo generalmente aparecen en la parte inferior del follaje. Las hojas se vuelven amarillas.

Las medidas de prevención son similares a la anterior y en caso de ataques agudos, es adecuado solicitar asesoría para aplicar fungicidas, generalmente a base de cobre.

Parece complicado prestar atención a todo lo anterior, pero se resume en riego y fertilización adecuados, poda oportuna y atención a las señales de ataques de plagas o enfermedades. A cambio, disfrutará de hermosas rosas todo el año.

Cuida de no regar el tallo para evitar hongos en las plantas.

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