Juan Manuel, una garganta que alberga decenas de voces famosas

Juan Manuel

Juan Manuel, el salvadoreño que llegó a trabajar con los actores y actrices de El Chavo del Ocho, pondrá en alto a El Salvador en los escenarios europeos.

Camilo Sesto, Vicente Fernández, Rocío Durcal, Amanda Miguel, Juan Gabriel, José José, Psy… y la lista de voces de artistas famosos continúa hasta sumar 36. Todas surgen de una misma garganta, la de Juan Manuel, el mejor imitador de voces en El Salvador y la región.

El salvadoreños nació en Santa Ana, hijo de la nadadora Graciela Villa, medallista de oro en 1946, en Barranquilla, Colombia.

Juan Manuel hizo su primera presentación artística en el Teatro de Santa Ana, a los nueve años. Desde los 13 se trasladó a Estados Unidos, donde en 1980 ganó el Festival Internacional de Los Pinos.

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En 1987 se integró al elenco artístico de Humberto Luna y su primera presentación fue al lado de las actrices y actores de El Chavo del Ocho.

Empezó a cantar profesionalmente en el Caché Night Club, donde abrió los espectáculos de Jerry Rivera, Lucha Villa, Sandro, Olga Gillot, Armando Manzanero, Álvaro Torres y otros artistas famosos.

Juan Manuel estuvo en 24 programas de la cadena Telemundo, además abrió espectáculo para Los Polivoces durante una gira. Grabó algunas canciones propias e inició la imitación de voces. La primera fue la de Juan Gabriel.

La adicción

Después volvió a El Salvador con un pesado fardo en su conciencia: La adicción a las drogas. Por muchos años vivió esa esclavitud hasta que dispuso encomendarse a Dios y luchar contra ella.

«Es importante el apoyo que me brindó el señor Jaime Salgado (recientemente fallecido), presidente del Comité Turístico de Juayúa», recuerda este hombre alto y fornido, amable y ameno. 

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Empezó a cantar cada fin de semana en el Festival Gastronómico de esa ciudad. Así, la esquina de un parque fue su escenario, el lugar en el que se reencontró con su público, desde donde se proyectó hacia nuevos horizontes y desde donde, en silencio, venció su adicción.

«No escondo esa parte de mi vida. Quiero ser ejemplo para otros, de que toda crisis se puede superar con voluntad y manos amigas cerca», expresa.

Para quienes hemos disfrutado su espectáculo en el parque de Juayúa, no es difícil pensar que Juan Manuel tiene una vida profesional llena de éxitos y satisfacciones.

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Ya son más de tres décadas como imitador, ha presentado su espectáculo en diferentes localidades del país y realizado giras a Estados Unidos, Belice, México y la región centroamericana.

En junio de 2019 estuvo en escenarios de Milán, Italia. La aceptación fue grande, al extremo que ahora, con los efectos de la pandemia reducidos, tiene programada una nueva gira por Europa que se realizará la segunda quincena de septiembre.

El 18 y 19 de septiembre en la celebración del Bicentenario de la Independencia en el Centro Deportivo Visconti  Milán, Italia. También se han programado presentaciones en Barcelona y Sevilla, España.

El humano

Una conversación con Juan Manuel es suficiente para conocer a las personas que aprecia, a quienes agradece y a quienes trata de apoyar. Siempre relajado y de voz pausada, sabe transmitir confianza y comodidad.

Juan Manuel ha organizado una asociación de artistas de la Ruta de las Flores, su intención es que todos juntos abran espacios para que nuevos talentos de diferentes áreas puedan darse a conocer.

A su carrera como imitador de voces, suma el rol de ser propietario de la Quinta Villa Graciela, un sitio de clima fresco que se encuentra entre los cafetales de Salcoatitán. Ahí atiende a sus clientes y ofrece la oportunidad de contactarse con la naturaleza, buena comida y la sencillez de su personalidad.

Sus amores: Dios, los amigos honestos, el recuerdo de su madre, su esposa y dos hijos.

Le agrada ayudar y no es raro que lleve víveres, muebles o ropa a familias que lo necesiten. Desde hace unos ocho años es parte del movimiento Un Grupo de Amigos, con el que ameniza fiestas navideñas para millares de niños en diferentes comunidades rurales.

«Doy a conocer mis ayudas no para que me aplaudan, sino para motivar a otros. Hay mucho que hacer por la gente necesitada», expresa.

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